Cristalería vino: todo lo que necesitas saber en minutos

Si buscas darle un toque elegante a tu mesa, lo primero es la cristalería vino. No hace falta ser experto para elegir la copa adecuada, solo hay que conocer algunos trucos que hacen la diferencia.

Tipos de copas y cuándo usarlas

Existen tres grupos básicos: copas de Borgoña, de Burdeos y flautas de champán. La de Borgoña tiene un cuenco amplio, ideal para tintos con mucho cuerpo porque recoge los aromas. La de Burdeos es más alta y estrecha, perfecta para vinos jóvenes que necesitan oxigenarse poco a poco. Y la flauta, con su cuerpo estrecho, conserva las burbujas del espumoso.

Si tu presupuesto es limitado, busca cristalería vino con base de cristal sin plomo; aporta brillo sin el peso del cristal real. Los vasos de vidrio templado también son una opción resistente para el día a día.

Cómo guardar y cuidar tus copas

El error más frecuente es apilar las copas boca arriba. Eso genera rayones y hace que el polvo se acumule en el interior. Lo mejor es guardarlas en posición vertical, con los codos apoyados en separadores de silicona o en una rejilla de la alacena. Si tienes espacio, colócalas en un armario con puertas de vidrio: puedes verlas y evitar el polvo.

Para la limpieza, evita el detergente abrasivo. Un agua tibia con una gota de jabón neutro y una esponja suave bastan. Enjuaga bien y sécalas con un paño de microfibra para que no queden marcas.

¿Tienes copas de cristal fino? Ponlas en una bolsa de tela antes de moverlas. Así evitas golpes y rozaduras. Si notas que alguna pieza se vuelve opaca, sumerge la copa en una mezcla de agua y vinagre blanco (1:1) durante 10 minutos y enjuaga.

Recuerda que la cristalería vino también influye en la percepción del sabor. Un vaso demasiado grande diluye el aroma; uno demasiado pequeño no permite que el vino respire. Con estos consejos, tus copas lucirán siempre como nuevas y cada sorbo será una experiencia.