Inhalaciones en casa: cómo usar el vapor para sentirte mejor

¿Te sientes congestionado y buscas una solución rápida sin salir de casa? Las inhalaciones con vapor son una de esas cosas simples que realmente funcionan. No necesitas aparatos caros, solo agua caliente y, si lo deseas, uno o dos ingredientes que ya tienes en la cocina.

Lo básico: prepara tu vapor en 3 minutos

1. Pon a hervir unos 500 ml de agua en una olla o hervidor.
2. Cuando empiece a burbujear, retira la olla del fuego y colócala en una superficie estable.
3. Inclina la cabeza sobre la olla, cubre con una toalla grande y respira profundo durante 5‑10 minutos.

El calor abre las vías nasales y el aire húmedo suaviza la mucosa. Es ideal para resfriados, sinusitis y alergias leves.

Añade aceites esenciales o remedios caseros

Si quieres potenciar el efecto, agrega al agua caliente una cucharadita de uno de los siguientes:

  • Eucalipto: ayuda a despejar la congestión y tiene propiedades antibacterianas.
  • Menta: el mentol refresca y facilita la respiración.
  • Romero: actúa como broncodilatador natural.
  • Lavanda: relaja y alivia irritaciones de garganta.

No uses más de 5 gotas; el aroma intenso puede ser contraproducente. Si no tienes aceites, prueba con una ramita de tomillo, una cáscara de limón o una cucharadita de miel disuelta en el agua.

Recuerda mantener la habitación bien ventilada después de la inhalación para que el vapor no cause humedad excesiva en los muebles.

Este método es seguro para adultos y niños mayores de 5 años. Para bebés, mejor opta por un humidificador a baja temperatura.

Con estos pasos tienes una solución eficaz, económica y sin químicos para mejorar tu respiración en cualquier momento del día.

¿Quieres más ideas? Prueba una inhalación antes de dormir para reducir la tos nocturna, o hazla después de entrenar para despejar los pulmones. La constancia marca la diferencia: un par de sesiones a la semana suelen ser suficientes para notar alivio.

En Cristalería Vasos y Copas sabemos que la salud y la buena mesa van de la mano. Por eso, si buscas vasos resistentes al calor para preparar tus inhalaciones, nuestra selección de vasos de vidrio templado está a tu disposición.

Así que la próxima vez que te sientas congestionado, no busques pastillas; busca una olla, agua caliente y, si te apetece, un toque de eucalipto. Tu respiración te lo agradecerá.