Personas mayores: consejos esenciales para usar y cuidar la cristalería

Si tienes 60 años o más, o cuidas a alguien de esa edad, sabes que la cristalería puede ser un reto: es frágil, a veces pesada y requiere un manejo cuidadoso. Aquí tienes trucos prácticos para que el vaso o la copa se conviertan en un aliado y no en una preocupación.

Elige materiales que ayuden

El cristal tradicional es bonito, pero para personas mayores es mejor optar por vidrio templado o plástico duro de alta calidad. Estos materiales son mucho menos propensos a romperse con caídas accidentales. En nuestros artículos “Vasos de Vidrio o Cristal? Descubre la Mejor Opción” y “Clasificación de Vasos de Plástico: ¿Qué Debes Saber?” explicamos por qué el policarbonato y el acrílico son opciones seguras y ligeras.

Busca vasos con bordes redondeados y asas ergonómicas. Las tazas con asa gruesa facilitan el agarre y reducen el riesgo de que se resbale. Si la mesa está muy alta, una pequeña base de silicone bajo el vaso evita que se deslice.

Almacenamiento sin esfuerzo

Guardar las copas de cristal al revés suena útil, pero para manos temblorosas puede ser un peligro. Mejor apílalas en posición vertical dentro de un organizador de cuerda o una caja con separadores de espuma. En nuestro post “¿Guardar las copas de cristal al revés? Lo que necesitas saber” damos ideas para organizar sin que se rompan.

Si tienes espacio limitado, usa estantes ajustables y coloca los vasos más pesados en la parte inferior. Así la carga se distribuye y la manipulación es más fácil.

Además, cuando vayas a lavar las copas, ponlas en la parte superior del lavavajillas y elige un ciclo suave. El calor intenso y los brazos agresivos pueden debilitar el vidrio con el tiempo.

Recuerda que la seguridad también pasa por la habitación donde se consumen las bebidas. Mantén el suelo libre de objetos que puedan provocar tropiezos y, si es posible, usa alfombras antideslizantes bajo la mesa.

Con estos pequeños ajustes, la cristalería deja de ser una fuente de estrés y se convierte en un detalle que realza cualquier ocasión, incluso en la vida cotidiana de las personas mayores.