Etiqueta en la mesa: cómo colocar copas y vasos correctamente
La etiqueta en la mesa, el conjunto de normas que rigen cómo se disponen los cubiertos, vasos y platos durante una comida formal. Also known as servicio de mesa, it is not about showing off—it’s about making everyone feel comfortable and respected at the table. No necesitas ser un experto en banquetes para hacerlo bien. Solo tienes que saber qué vaso va donde y por qué. Si has visto una mesa puesta con tres copas diferentes y te has preguntado cuál es la de agua, la de vino tinto o la de vino blanco, estás en el lugar correcto.
La copia de vino, una pieza de cristalería diseñada específicamente para realzar los aromas y sabores de distintos tipos de vino no es igual a la copia de agua, un vaso más ancho y corto, pensado para beber sin complicaciones y sin interferir con el sabor de otras bebidas. La diferencia no es solo de tamaño: es de propósito. El vino necesita espacio para respirar, el agua necesita simplicidad. Si pones la copa de vino tinto a la derecha de la de agua, estás siguiendo una regla que se usa desde hace siglos en Europa. Y sí, eso sí importa. No es snobismo, es respeto por la experiencia de quien come.
La cristalería, el conjunto de vasos, copas y jarras que se usan para servir bebidas en una mesa no es solo decoración. Es parte de la comunicación. Una copa mal colocada puede confundir a un invitado, hacer que beba vino tinto con el vaso equivocado, o incluso que no sepa cuándo empezar a beber. En una cena, el orden de las copas sigue una lógica: de afuera hacia adentro, según el orden de las bebidas que se servirán. La primera copa, la más lejana, es para el aperitivo o el vino espumoso. Luego viene la de vino blanco, después la de tinto, y finalmente, la de agua, que siempre está más cerca del plato.
¿Y si no hay tanta formalidad? Aún así, la regla básica sigue valiendo: no mezcles copas. Si pones una copa de vino tinto donde debería ir la de agua, alguien lo notará. Y no por ser perfecto, sino porque es más fácil, más limpio, más respetuoso. No se trata de impresionar. Se trata de que todos se sientan seguros, sin tener que preguntar "¿esta es la mía?".
Lo que encontrarás aquí son guías prácticas, comprobadas, que te enseñan cómo organizar tu mesa sin estrés. Desde cómo distinguir una copa de vino de una de agua, hasta cómo guardarlas sin que se rompan, pasando por cuántas copas necesitas para una cena de seis personas. No hay teorías aburridas. Solo lo que funciona en la vida real. Porque una buena mesa no se mide por lo cara que es la cristalería, sino por lo bien que se siente quien la usa.